miércoles, 17 de marzo de 2010

Golpean con soles

Nada se acopla con nada aquí

Y de tanto animal muerto en el cementerio de huesos filosos de mi memoria

Y de tantas monjas como cuervos que se precipitan a hurgar entre mis piernas

La cantidad de fragmentos me desgarra

Impuro diálogo

Un proyectarse desesperado de la materia verbal

Liberada a sí misma

Naufragando en sí misma .

martes, 16 de febrero de 2010

Sentido de su ausencia

Si yo me atrevo
a mirar y a decir
es por su sombra
unida tan suave
a mi nombre.
Allá lejos
en la lluvia
en mi memoria
por su rostro
que ardiendo en mi poema
dispersa hermosamente
un perfume
a amado rostro desaparecido

sábado, 6 de febrero de 2010

En la otra madrugada .
veo crecer hasta mis ojos figuras de silencio y desesperadas. Escucho grises, densas voces en el antiguo lugar del corazón.

martes, 19 de enero de 2010




Del otro lado

años y minutos hacen el amor.
Máscaras verdes bajo la lluvia.
Iglesia de vitrales obsenos,
huella azul en la pared.


No conozco, no reconozco.
Oscuro, al lado silencio.

martes, 12 de enero de 2010



Aquí se reproduce la única grabación de la voz de Alejandra, leyendo un texto de Arturo Carrera.

jueves, 31 de diciembre de 2009


Este temporal a destiempo,

estas rejas en las niñas de mis
ojos, esta pequeña historia de amor que se cierra como un abanico

que abierto mostraba a la bella alucinada:


la más desnuda del bosque en el silencio musical de los abrazos.


No vas a perderme, no voy a perderte, creo eso..


No quiero más contigo y te lo digo...

miércoles, 23 de diciembre de 2009


A LA ESPERA DE LA OSCURIDAD

Ese instante que no se olvida
Tan vacío devuelto por las sombras
Tan vacío rechazado por los relojes
Ese pobre instante adoptado por mi ternura
Desnudo desnudo de sangre de alas
Sin ojos para recordar angustias de antaño
Sin labios para recoger el zumo de las violencias
perdidas en el canto de los helados campanarios.

Ampáralo niña ciega de alma
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego
Abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies
A tus pies donde mueren las golondrinas
Tiritantes de pavor frente al futuro
Dile que los suspiros del mar
Humedecen las únicas palabras
Por las que vale vivir.

Pero ese instante sudoroso de nada
Acurrucado en la cueva del destino
Sin manos para decir nunca
Sin manos para regalar mariposas
A los niños muertos.